El cáncer que se origina en los testículos se denomina cáncer de testículo, para entender este cáncer, resulta útil conocer sobre la estructura normal y la función de los testículos.
Los testículos son parte del sistema reproductor masculino, los dos órganos son normalmente cada uno un poco más pequeños que una pelota de golf en los varones adultos. Se mantienen dentro de un saco de piel llamado escroto. El escroto cuelga debajo de la base del pene.
Los testículos tienen dos funciones principales:
Para el año 2020, los cálculos de la Sociedad Americana Contra el Cáncer para este cáncer en los Estados Unidos son:
La tasa de incidencia del cáncer de testículo ha estado aumentando en los Estados Unidos y en muchos otros países durante varias décadas. Los expertos no han podido identificar los motivos para este aumento. No obstante, la tasa de aumento ha disminuido recientemente.
El cáncer de testículo no es común; aproximadamente 1 de cada 250 varones padecerá cáncer de testículo en algún momento de su vida.
La edad promedio al momento de realizarse el diagnóstico de cáncer de testículo es de aproximadamente 33 años. Esta enfermedad afecta principalmente a los hombres jóvenes y de mediana edad, aunque alrededor de 6% de los casos ocurre en niños y adolescentes, y alrededor de 8% ocurre en hombres mayores de 55 años.
Debido a que usualmente el cáncer de testículo se puede tratar con éxito, el riesgo de que un hombre muera a causa de este cáncer es muy bajo: alrededor de 1 en 5,000.
La mayoría de este tipo de cáncer se puede detectar en etapas tempranas, cuando todavía son pequeños y no se han propagado. En algunos hombres, el cáncer de testículo durante las primeras etapas puede causar síntomas que propician que se busque atención médica. La mayoría de las veces se presenta un abultamiento en el testículo como primer síntoma, o el testículo podría estar hinchado o más grande de lo normal. Sin embargo, puede que algunos tipos de cáncer de testículo no causen síntomas hasta que ya han alcanzado una etapa avanzada.
Algunos médicos recomiendan que todos los hombres examinen sus testículos mensualmente después de la pubertad sin embargo, el autoexamen mensual de los testículos es una decisión personal. Además de esto, si tienes ciertos factores de riesgo que aumenten sus probabilidades de cáncer de testículo (como un testículo que no descendió, tumor previo de las células germinales en un testículo o antecedentes familiares), debe considerar seriamente hacerse el autoexamen mensualmente y hablar con un especialista sobre esto en particular.
El mejor momento para hacerse el examen de sus testículos es durante o después de un baño o ducha, cuando la piel del escroto está relajada.
Resulta normal que un testículo esté ligeramente más grande que el otro, y que uno cuelgue más abajo que el otro. Además, debe tener en cuenta que por naturaleza, cada testículo tiene un pequeño tubo enrollado (llamado epidídimo) que se puede sentir como una pequeña protuberancia en la parte exterior media o superior del testículo. Los testículos normales también contienen vasos sanguíneos, tejidos de soporte y conductos por donde pasa el semen. Al principio, algunos hombres podrían confundir esto con abultamientos anormales. Si tiene inquietudes, puede preguntar a un especialista.
Es más probable que muchos de estos síntomas sean por otra causa y no por cáncer de testículo. Hay ciertas afecciones no cancerosas, tales como las lesiones o inflamación testicular, que pueden causar síntomas muy similares a los del cáncer testicular. Algunos hombres con cáncer de testículo no presentan síntoma alguno y su cáncer se detecta durante pruebas médicas para otras enfermedades. Por ejemplo, a veces los estudios por imágenes realizados para determinar la causa de infertilidad pueden ser descubiertos.
Aun cuando el cáncer testicular se haya propagado a otras partes del cuerpo, es posible que muchos hombres no presenten síntomas inmediatamente. Sin embargo, algunos hombres podrían presentar algunos de los siguientes:
Un factor de riesgo es todo aquello que afecta su probabilidad de padecer una enfermedad, como por ejemplo el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar y la alimentación, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar.
No obstante, si se tiene uno, o hasta muchos factores de riesgo, no necesariamente significa que se padecerá la enfermedad. Asimismo, si no presenta ningún factor de riesgo, esto no significa que no padecerá la enfermedad. Además, algunas personas que padecen la enfermedad pueden no tener factores de riesgo conocidos. Aun cuando una persona con cáncer testicular tenga un factor de riesgo, a menudo es muy difícil saber cuánto contribuyó ese factor de riesgo al cáncer.
Los científicos han descubierto pocos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que alguien padezca cáncer de testículo. La mayoría de los niños y los hombres con cáncer testicular no presentan ninguno de los factores de riesgo conocidos.
Algunos factores de riesgo para el cáncer de testículo son:
Muchos hombres con cáncer testicular no presentan factores de riesgo conocidos. Además, muchos de los factores de riesgo conocidos no se pueden cambiar. Por estas razones, no es posible prevenir la mayoría de los casos de esta enfermedad, mantener una vida saludable y un control de salud general de manera rutinaria, será la mejor manera de prevenir y detectar el cáncer de testículo, lo más importante es que si tienes algún síntoma o algo que te preocupe respecto a tu salud urinaria, acudas de inmediato con un especialista.
Es uno de los pocos urólogos en México en tener doble una especialidad, lo que le permite ofrecer atención médica integral a cualquier padecimiento oncológico en las vías urinarias, actualmente es director del programa de Cirugía Robótica del Hospital Real San José y miembro del staff de Cirugía Robótica del Hospital Ángeles Lomas en CDMX.